Aldea Pingüino ________________________

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Tal día como hoy, pero hace 30 años, yo vivía en Barcelona.
Era una niña feliz, de apenas 4 años de edad (y con esto y unas pocas clases de mates, ya tenéis el resultado de las primaveras que poseo).
Mientras yo me entretenía despeinando a Nancy o a Lucas, nacía en mi misma ciudad, un precioso niño peloncete de más de 4 kilos de peso.
Era el tercer retoño de una familia afincada en Badalona.
Único chico criado entre tres hermanas.
Él crecía feliz en su casa y yo seguía creciendo feliz en la mía.
Después de muchos años, un buen día, el destino quiso cruzar nuestras vidas.
¿Qué estaría él haciendo mientras yo jugaba en el balcón de casa?
Siempre me han llamado la atención, esas pequeñas cosas que, sin darles importancia, yo desarrollaba a diario, ajena a tus juegos.
Ajena a tu vida, yo crecí.
Inicié mi vida por un camino, que ni de casualidad, se asemejaba al tuyo…hasta que un día cualquiera, la suerte me condujo hasta ti, pero de una mano equivocada… o no… no lo se, pero hoy por hoy, debo reconocer, que gracias a esa mano, estás en mi vida.
Me pareciste una persona interesante, de la cual, desde un principio, me sentí muy atraída.
Creo que eso es lo que llamaríamos “feeling”.
Muy pronto, comenzaste a demostrarme tu valía como amigo.
Te necesité desde mucho antes de lo que yo imaginaba.
Casi sin saber como, pasaste de ser mí amigo, a ser algo más.
Y hoy, después de más de dos años, eres mí vida.
Has estado ahí en todos los momentos malos que hemos pasado junto y estás aquí cuando te necesito.
¿Te he dicho hoy que te quiero?
Me vienen a la mente, escenas nuestras, pequeñas películas que se reponen con frecuencia, momentos en los que he sido muy feliz, situaciones en las que me has hecho sentir que tengo suerte, que soy afortunada, que mi vida sin ti, era absurda.
Rodeada por tus brazos y en compañía de Gatchan, compartiendo tu regazo con ella.
Te quiere.
A su manera, te ve como a su mejor amigo y creo, que se resiste a llamarte por tu nombre, para así, sentirse más cercana a ti… eres su tete.
Por todo esto y por mucho más, te necesito.

Hoy es tu día.
Y hoy, quiero gritarle al mundo que soy feliz y dar las gracias por haberte conocido, por haber tenido la suerte de compartir mi vida con la tuya.
Quisiera poder encontrar la manera de hacerte el hombre más feliz del mundo.
Y sé, que cuando sea vieja, miraré hacia el pasado y veré con cara de satisfacción, que ha valido la pena.
¡¡Muchas felicidades cariño!!

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# lo escribió Arale a las 00:01