Aldea Pingüino ________________________

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¿Hola?

¿Hay alguien por aquí?

Esto está más vacío que mi cuenta bancaria...

Si es que no me extraña, últimamente por aquí no asoma la cabeza ni la portera del bloque.

Esa mujer oronda de mediana edad que no se pierde ni una. Ahora se me viene a la cabeza la portera del bloque 13 rue del percebe.

Esa que se pasa el día en la calle barriendo para no perder detalle de lo que sucede a su alrededor. Creo que todos sabéis a quien me refiero.

Pues bien, si ponemos en escena a la encantadora mujercita de la escoba, me tomo la libertad de compararme con Filemón... y dejaré el honor a Peasho de ser el gran Mortadelo.


¿Razones?
Pues que nos propongamos a hacer lo que sea, que al final nos sale del revés... menos mal que al final se arregla y nos lo tomamos con humor.

Pues bien, el otro día Mortadelo y yo, nos planteamos sacar uso del lavaplatos, electrodoméstico apalancado en nuestra cocina y declarado el huelga porque no tenía su pertinente toma de agua (que ya le vale... el muy señorito quería agua solo para el... que si no, no limpio protestaba el descarado).

Cuando por fin decidimos darle de beber, tuvimos que provocar un coma artificial al mueble del fregadero y a los cajones. Se trataba de sacarlos para poner el lavaplatos y llevarlos al carpintero para ajustar las medidas al nuevo hueco, pero se nos debió de ir la mano en los anestésicos porque el mueble del fregadero ha muerto. En solidaridad con el, los cajones se han revelado y no quieren ir solos a su nuevo hogar, llevaban más de una década junto al mueble del fregadero y ahora están de luto.

Todo esto no es tan grave si tienes espacio de sobras para reorganizar las cosas, pero en esta casa está todo... absolutamente todo puesto al milímetro.


Conclusión:
Hemos desmontado medio piso para hacer hueco para las cosas que teníamos en los dos muebles ejecutados, tenemos trastos por todas partes, no podemos tirar nada más de lo que ya hemos tirado porque son cosas importantes y útiles.

Por más que ordenemos, las cosas se revelan, salen de su nuevo hogar y como por arte de magia se nos plantan otra vez en el salón.

Las opciones de cambio se nos acaban y las nuevas ideas que nos dan los carpinteros se van al traste por falta de medios.

Como veis... ni a los hijos de Ibáñez les salen peor las cosas. La parte buena de todo esto es que gracias a sacar del paro al lavaplatos, hemos comprado unas cuantas cositas nuevas que nos hacía ilusión, como por ejemplo una cubertería nueva, una escalera plegable para la cocina, unas estanterías nuevas... No todo es malo.


Otras cositas:
Aprovechando los cambios y el cheque bebé, nos hemos comprado muebles nuevos para el salón, para la habitación de las niñas y para el trastero.

Uno de estos días iré con mi prima a casa de mi tío (que falleció hace escasamente dos meses) y me traeré sus cortinas, que según mi prima, me quedarán divinas de la muerte. Las escogió su hermana, Marta, de la que este mes se cumplirán los dos años de su partida. (Martita desde aquí, estés donde estés te mando un beso).

Por suerte (aunque me habría gustado que fuera en otra ocasión y no en esa...), después de la jodida pérdida de Marta, hemos retomado la relación mi prima y yo.

Unos tontos mal entendidos nos habían separado unos años.

Pues entre los muebles nuevos y las cortinas, esto parecerá otra casa.


Peashita:
Por no llamarla mini-yo.
Mi chiquitina es un clon de una servidora.
Creo que lo único que no ha sacado como yo, son las manos.
Está hecha una bolita y guapa a rabiar.
Se pasa el día durmiendo o haciendo pedorretas con la boca, hay momentos que creo tener en frente al mudito de los siete enanitos en la escena que se traga la pastilla de jabón.
Hace tantos ruiditos y saca tantas babas que parece que se haya tragado la botella del Fairy.
Le encanta hacer pompitas con las babas... ¿Veis? podríamos llamarla Aralita, aunque Arale hacía las pompitas con los mocos...
La hemos disfrazado de pollito.
Estaba para comérsela y yo muy orgullosa de ver lo bien que le quedaba el trajecito que le hice con mis manitas a ella y a su primito.

Pio pio...

Gatchán:
Mi princesita grande está más que guapa.
Realmente no es solo pasión de madre os lo juro. No hay dios que vea a mi hija y no exclame algo parecido a ¡Que guapa es esta niña!
Y no solo es su belleza exterior que cada día va en aumento si no que es la niña más noble que he conocido en la vida.
Es todo corazón y bondad, aunque es de lo más despistada, desordenada, perezosa... rasgos de su personalidad que se pueden pulir, pero lo importante es que es buena personita.
Gatchán se disfrazó de Dulcinea del toboso. En plan princesita que es lo que toca.
Le hice unas trenzas enroscadas a los lados con las que estaba realmente guapa.

Realmente guapa...

Yo:
Estoy de maruja total.
Pronto se me acaba la baja de maternidad y debería de reincorporarme al trabajo pero me quedan aun las vacaciones del año pasado pendientes y eso me da unas semanas más. De todas formas hablé con mi jefa y le planteé el paro. Estoy esperado una respuesta que creo será positiva.
Por otro lado quiero volver a estudiar. De hecho me he apuntado a un curso de catalán para sacarme el nivel C que es el que piden en cualquier oposición. ¿O es el B? No lo se, pero mi intención es sacarme el nivel más alto por lo que pueda ser. La semana que viene empieza el curso, es a distancia y solo hay una tutoría a la semana por si hay dudas.
La chica que me hizo la primera prueba, para ver el nivel que tenía en estos momentos me dijo que entraba en el nivel intermedio 2 por culpa de la ausencia de uso escrito, es decir que como desde que salí de la escuela (ya hace un huevo) no he vuelto a necesitar escribir el catalán, cometo fallos tontos y justificables pero que en cuanto me ponga las pilas es probable que pase de curso con muy alta nota y sea necesario que me pongan en un nivel superior al que debería.
Eso es positivo ya que es posible que me salten de curso.
Sigo queriendo bajar de peso pero ya me dijo la comadrona que me atendió durante todo el embarazo que hasta que no pasen unos tres meses, mi cuerpo seguirá en huelga y no bajaré ni de coña. Seguiremos intentándolo...
Me encanta estar en casa y poder cuidar de mis niñas.
Hacer la comida y disfrutar de un tiempo que antes no tenía.
Quedar con la familia y los amigos los sábados y poder acostarme tarde los viernes, porque al día siguiente no hay que madrugar.
Yo me disfracé de payaso... que es lo mío.

Peasho:
Sigue trabajando y disfrutando de sus tardes libres.
Babea cada día más con su ojito derecho... su Peashita.
Está tan estresado como yo o más, con la mierda de la cocina.
Está cada día más guapo y sexy pero de esto no quiero hablar, no sea que alguna pedorra me quiera prestar su culo para patearlo...
Peasho se disfrazó de algo raro... no se bien de que. Con su 1,90 de altura con un pelucón rubio hasta el culo, unas gafas en plan John Lenon y un abrigo mío de borreguito, parecía un engendro...

Y creo que ya está todo explicado y dicho...
Pero si me queda algo en el tintero (que suele pasarme) os lo haré saber.

Así que la señora de Mortadelo... se despide por hoy y ha otra cosa mariposa.

Besitos para todos y el más listo que se coja el mejor.

Etiquetas: Arale, Carnaval, cositas, Gatchán, Peashita, Peasho